lunes, 15 de febrero de 2010

Magnetismo


MAGNETISMO

Si aceptamos que la Tierra es un imán gigantesco , que todas las formas de vida están bajo la influencia de la fuerza magnética de los polos terrestres y que cada individuo está compuesto por células (cada célula es una unidad eléctrica), la aplicación del magnetismo en beneficio de los seres vivos es una opción sana y natural. La atmósfera que rodea la Tierra contiene cargas positivas y negativas (fuerzas magnéticas), que luego de ser incorporadas a los pulmones, pasan a la sangre. Las corrientes magnéticas provenientes de la Tierra y la atmósfera penetran en los músculos, en las grasas y en los huesos, fortalecen los nervios y actúan sobre todos los tejidos vivos.

Cada célula del cuerpo humano es una pequeña pila eléctrica. El ser humano está compuesto de billones de células, es decir, por billones de unidades eléctricas. Estas células vibran y oscilan en ciertas frecuencias y reciben de la atmósfera su funcionamiento eléctrico individual. Los campos magnéticos tienen la capacidad para reparar los tejidos.

El Biomagnetismo es el estudio del efecto de campos magnéticos en sistemas biológicos. Algunas de las aplicaciones más importantes de los electroimanes, son las siguientes:

1) Aplicaciones biológicas. Se sabe desde hace mucho tiempo que los campos magnéticos intensos afectan al crecimiento de plantas y animales. Así, se han utilizado electroimanes para generar campos magnéticos intensos y estudiar sus efectos en el crecimiento de plantas y animales y, además, analizar su efecto en el comportamiento de estos últimos.

2) Aplicaciones médicas. Las aplicaciones de los campos electromagnéticos con fines médicos tienen ya una larga tradición. Sin embargo, desde un punto de vista científico, las debemos considerar como un área todavía en desarrollo. Se han aplicado campos magnéticos para arreglar arterias, sacar tumores y para sanar aneurismas sin cirugía. También se estudia la influencia de los campos magnéticos en las funciones vitales del cuerpo humano. Para su uso en terapia es preciso utilizar campos de una intensidad mucho mayor que la que limitan las normas de seguridad para la radiación.

Acción del magnetismo en las plantas vivas

Al poner en contacto una planta con un campo magnético o cuando es regada con agua magnetizada, se puede observar un aumento de la velocidad de crecimiento, aumento de la longitud y de su peso. El uso de los imanes en aspectos biológicos no es nuevo, pero desde siempre, las propiedades sanadoras de los imanes y del magnetismo en general se han considerado marginales a la ciencia.

La influencia del campo geomagnético sobre el crecimiento de las plantas fue científicamente establecida por primera vez en 1862 por el químico francés Louis Pasteur (1822-1985). Pero en realidad, el padre de los biomagnéticos modernos es el Dr. Albert Roy Davies, que logró una patente en 1950 para tratar las semillas magnéticamente y conseguir así estimular su crecimiento.

Al estudiar la influencia de la orientación de las semillas durante el tratamiento magnético, se ha advertido un mayor crecimiento si el eje longitudinal de las semillas se halla orientado en la dirección norte-sur. Por otro lado, se ha observado que bajo la influencia del polo norte las plantas crecen altas y delgadas, mientras que bajo la influencia del polo sur crecen más cortas y gruesas. Por ejemplo, los plátanos regados con agua imantada con energía del polo sur se hacen más gruesos y dulces, mientras que los regados con agua imantada con el polo norte son más delgados y verdes.

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